De la teoría del apego a la psicología evolutiva: una prueba proyectiva infantil
el Coffy Test
En la evaluación de la psicopatologia infantile, siguiendo la idea de la DSM, se ha difundido la tendencia a una evaluación
"sin teoria", basada su escala y cuestionarios, que miden el trastorno, pero no ayudan a comprenderle.
Desde aqui la idea de construyr un nuevo test proyectivo para estudiar las representaciones mentales, que el niño tiene de su relación con sus padres, manteniendo las caracteristicas de simplidez y rapidez de uso, necesarias en el actividad clinica.
El Coffy Test es simple y rapido, es apreciado por los niños y requiere aproximadamente 20 minutos para subministrarlo.
Desde aqui la idea de construyr un nuevo test proyectivo para estudiar las representaciones mentales, que el niño tiene de su relación con sus padres, manteniendo las caracteristicas de simplidez y rapidez de uso, necesarias en el actividad clinica.
El Coffy Test es simple y rapido, es apreciado por los niños y requiere aproximadamente 20 minutos para subministrarlo.
El objeto de investigación del Coffy Test son las representaciones mentales, la forma en que el niño procesa la
información con un fuerte contenido emocional: peligros, dificultades, prohibiciones educativas, autonomía exploratoria,
compartir con los compañeros, afecto y separación de los padres.
El Coffy Test evalúa el seguimiento cognitivo de estas emociones como índice del funcionamiento mental.
El Coffy Test puede evidenciar un buen control cognitivo de las emociones, o, al contrario, reaciones emotivas patologicas, que indican aspectos preocupantes de la relación padres/hijo que tiene que ser verificada y profundizada ulteriormente.
A parte del material proyectivo interpretable clinicamente, el Coffy Test aporta (a través de la codificación en línea) una puntuación de confrontamiento con la de una muestra de referencia, constituida por 300 sujetos de edad entre 6 y 13 años, y con las con tres grupos clinicos, constituido por 200 sujetos con trastornos internalizantes y por 150 sujetos con trastornos externalizantes y por 30 niños con trastornos mentales más severos.
El Coffy Test evalúa el seguimiento cognitivo de estas emociones como índice del funcionamiento mental.
El Coffy Test puede evidenciar un buen control cognitivo de las emociones, o, al contrario, reaciones emotivas patologicas, que indican aspectos preocupantes de la relación padres/hijo que tiene que ser verificada y profundizada ulteriormente.
A parte del material proyectivo interpretable clinicamente, el Coffy Test aporta (a través de la codificación en línea) una puntuación de confrontamiento con la de una muestra de referencia, constituida por 300 sujetos de edad entre 6 y 13 años, y con las con tres grupos clinicos, constituido por 200 sujetos con trastornos internalizantes y por 150 sujetos con trastornos externalizantes y por 30 niños con trastornos mentales más severos.
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El Coffy Test està disponible (por ahora en italiano) para los psicologos y psiquiatras infantiles.
La evaluación cuantitativa permitió la validación estadística de la prueba y permite comparar la puntuación obtenida por el sujeto de la prueba con las puntuaciones de una muestra de referencia y de varias muestras clínicas de sujetos con trastornos mentales.
En concreto:
1) una población escolar de 300 niños no seleccionados obtuvo puntuaciones medias en torno a la mediana de 7;
2) una muestra clínica de 200 chicos con trastornos psicopatológicos internalizantes (ansiedad, etc.) obtuvo puntuaciones en torno a 12 ;
3) otra muestra clínica de 150 niños con trastornos externalizantes (oposición desafiante, conducta, etc.) obtuvo puntuaciones en torno a 14;
4) otra muestra clínica de 30 niños con trastornos mentales más graves obtuvo puntuaciones en torno a 21.
Las diferencias entre las puntuaciones obtenidas por los cuatro grupos fueron muy significativas (P<0.0001 en la prueba de Kruskal-Wallis). Las puntuaciones no se vieron influidas por la edad (6-12 años) o el sexo de los sujetos.